Es algo del Espíritu
El martes hice la lectio de forma diferente. Por la mañana, tenía el tiempo justo y buscando en la Biblia el texto del Evangelio del día, para empezar la oración, leí por error una cita que no correspondía. Me sedujo y tuve que pararme y leerla detenidamente. Fue una sorpresa encontrar algo que no se espera y da alegría. Era un texto breve del Evangelio de san Juan: Jn 2,23-25.Seguir leyendo
1.- ¿Cómo actúa el Evangelio en el corazón?
El corazón es la sede de la interioridad y donde suceden los pasos de la lectio, donde actúa el poder del Espíritu de Jesús. La parábola del sembrador (Mc 4,1-20) enseña a ver que las palabras de una lectura son como la semilla y el corazón como los diferentes tipos de tierra. Para que la semilla de frutos de vida nueva y conversión a las buenas obras, tiene que calarSeguir leyendo
Reengendrados
Quiero contar y compartir esta reflexión de una cita que me ha enseñado mucho sobre lo que va haciendo en mi vida la lectio divina: «Habéis sido reengendrados no de semilla corruptible, sino incorruptible, por la Palabra de Dios que vive y permanece» (1 Pe 1,23). La palabra “reengendrados” es como el título de la película de mi historia con la lectio. Esto es lo que va ocurriendo día aSeguir leyendo
Ir a Galilea significa, ante todo, empezar de nuevo
En la homilía correspondiente a la Vigilia Pascual en la Noche Santa, el pasado 3 de abril el Papa Francisco define el significado de “Ir a Galilea” como empezar de nuevo, recorrer nuevos caminos e ir hasta los confines… Aquí tienes un extracto de esta homilía. Para disfrutar y estar dispuestos a empezar de nuevo. Ir a Galilea significa, ante todo, empezar de nuevo. Para los discípulos fue regresar alSeguir leyendo
Un testimonio
Cuando llamé a Julia B. apenas pudimos hablar. Ya conocía esto de los reportajes, porque recibe “Según tu Palabra”. Quedamos que para ella era mejor mandar unas notas personales de como hace la lectio y que aquí montáramos un escrito con su testimonio. Al poco tiempo recibimos por e-mail sus notas que nos han gustado mucho y aquí esta su testimonio: “Yo sigo la lectio lo más sencillamente que puedoSeguir leyendo
Mi maestro fue un preso
Durante años, El Cardenal Osoro, actual arzobispo de Madrid, ha recibido la carta de un gran número de personas que permanecen entre rejas para abrir en canal su corazón. Y esas 49 cartas se han transformado en un libro con respuestas y reflexiones que el cardenal realizaba a cada uno de ellos: ‘Mi maestro fue un preso’. Diálogos en Soto del Real es un libro publicado por el Grupo deSeguir leyendo
4.- ¿Qué significa ser testigo del Evangelio?
Si la Palabra de Dios que leemos es la semilla, ser testigo del Evangelio es vivir dando fruto. La lectura del Evangelio, en clave de lectio divina, no pretende que sepas los textos de memoria, sino que tu forma de vida vaya proclamando que Jesús está vivo. Ser testigo del Evangelio es vivir dando fe de la Buena Noticia de Jesús y contagiar, con obras y palabras, que es verdadSeguir leyendo
El combate de la oración
Y hablando de la oración, la oración cristiana, como toda la vida cristiana, no es “como dar un paseo”. Ninguno de los grandes orantes que encontramos en la Biblia y en la historia de la Iglesia ha tenido una oración “cómoda”. Sí, se puede rezar como los loros —bla, bla, bla, bla, bla— pero esto no es oración. La oración ciertamente dona una gran paz, pero a través de unSeguir leyendo
Comprensión a través del Espíritu
Apuntes para Lectiocaminantes 57.- COMPRENSION A TRAVÉS DEL ESPIRITU: “El fin de la lectura de la Sagrada Escritura es el encuentro con la Palabra de Dios encarnada, con Jesucristo. Origenes habla de la spritalis intelligentia, de la comprensión a través del Espíritu. Cree ‘en el hacerse Escritura del Logos, como cree en su hacerse hombre’: ‘Así como la naturaleza humana y la divina se han unido en Cristo por obra del Espíritu Santo,Seguir leyendo
En lo íntimo de su corazón
En el día a día de la lectio van pasando muchas cosas que no se esperan, y que no vienen en los libros que enseñan este camino de oración. Es verdad que la lectura orante y creyente de la Palabra de Dios es sorprendente. Dos por dos no son cuatro. La lectio no sucede como un soliloquio. No es hablar a solas con uno mismo de las cosas de cadaSeguir leyendo