Preguntas y Respuestas

El corazón es la sede de la interioridad y donde suceden los pasos de la lectio, donde actúa el poder del Espíritu de Jesús. La parábola del sembrador (Mc 4,1-20) enseña a ver que las palabras de una lectura son como la semilla y el corazón como los diferentes tipos de tierra. Para que la semilla de frutos de vida nueva y conversión a las buenas obras, tiene que calarSeguir leyendo

Si la Palabra de Dios que leemos es la semilla, ser testigo del Evangelio es vivir dando fruto. La lectura del Evangelio, en clave de lectio divina, no pretende que sepas los textos de memoria, sino que tu forma de vida vaya proclamando que Jesús está vivo. Ser testigo del Evangelio es vivir dando fe de la Buena Noticia de Jesús y contagiar, con obras y palabras, que es verdadSeguir leyendo